miércoles, 27 de mayo de 2009

LA SEXUALIDAD ADOLESCENTE

Concepto de LA SEXUALIDAD ADOLESCENTE

I.I CONCEPTO DE ADOLESCENCIA


La adolescencia es una etapa de la vida correspondiente a un período de desarrollo del ser humano, comprendido entre la infancia y la adultez. Las transformaciones psicológicas, adquisición de nueva escala de valores, de nuevos roles y manifestaciones sexuales, entre otras, no son constantes para cada sexo y para toda la humanidad, pues se dan de manera diferente en distintas culturas, medios socioeconómicos, y en diferentes épocas y lugares.

Hay un concepto de adolescencia basado en la pubertad: biológico; en la edad (12—19 años): cronológico; en la definición de roles: sociológico; en la definición de la identidad: psicológico; en el pasaje de un estadio infantil a uno adulto: antropológico.

La adolescencia comienza en un hecho biológico como la pubertad, transcurre por carriles antroposociológicos y culmina con la definición de la identidad personal psicológica.

Siempre se dice que los adolescentes no ‘son’, sino ‘están siendo’. O que aún no están definidos sino que están en camino de estarlo. Que viven un proceso de transición, de pasaje, de puente. Que están subidos a un tren que partió de una estación (la niñez) y se dirigen a una próxima (la adultez). Y que ‘son un proyecto’, si es que algo deben ser.

Un error que se comete es el pretender abordar la adolescencia como una etapa uniforme. Cuando uno se refiere a “los adolescentes” es muy difícil saber a qué grupo de ellos se alude. Pues no es igual un chico o una chica de 12a 14, de l4 a l6 o de 16 a 19 años.

¿Impacto?

Adolescencia es un término que viene de “adolescere” que significa crecer, desarrollarse (Freire y Garbarino 1978) y esa es la tarea principal del mismo. Ello implica pérdidas y adquisiciones a una velocidad incomparable con otras etapas de la vida. Pero no le ocurre sólo a él, sino que los padres sufren un impacto con cada cambio, que requiere un ajuste por parte de los mismos, viviéndose un sistema de procesos padre-hijo que da como resultado final qué adolescencia se va a vivir.





Erikson (1950) denominó a la adolescencia como la “Edad de la Identidad” pues el proceso básico a cumplirse es adquirir la identidad personal, social y sexual, como forma de finalización de la etapa. Identidad implica tener una clara conciencia de la mismidad, de saber quién se es, qué se quiere y adónde se va. Alcanzar estas certezas es la tarea del adolescente.

En esta etapa se reactivan todos los conflictos edípicos y preedípicos no resueltos. Al movilizar sus temores básicos: miedo a la pérdida del objeto bueno y conocido (niñez) por el que hace un duelo no siempre exitoso, y el miedo a la adultez futura, desconocida y llena de interrogantes. Sobre todo en la historia presente en que han desaparecido los ritos de pasaje que dan seguridad y otorgan roles sin conflicto, y esto obliga al adolescente a luchar por adquirir un espacio en la vida. Todo lleva a experimentar vivencias de inseguridad e inmadurez que dificultan la tarea de asumirse y de asumir a una pareja para el diálogo vital.


¿Por qué se pelea?

La actitud de los padres, que conocen claramente los códigos de relación con el niñ@ -que son verticales- así como los del adulto -que son horizontales- hace que la crisis de adolescencia sea también una crisis de los padres. Pues desconocen el cambiante código de relación adolescente.


Nota: proxima publicación: ETAPAS DE LA SEXUALIDAD ADOLESCENTE


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lunes, 4 de mayo de 2009

DIMENSIONES DE LA SEXUALIDAD

DIMENSIÓN BIOLÓGICA DE LA SEXUALIDAD



Hace referencia a los factores que determinan el desarrollo sexual desde la concepción hasta el nacimiento y la actitud para procrear después de la pubertad. También incluye lo relacionado con el deseo sexual y las sensaciones físicas asociadas a ella, como: Los reflejos sexuales, aceleración del pulso, respuesta de los órganos sexuales, sensación de calor, y mariposeo en todo el cuerpo. Es pues en esta dimensión que se desencadena todo el impulso sexual entendido como todo aquello que pone en marcha todo una serie de actos que constituyen la conducta sexual, en la que no basta solamente con la estimulación externa, sino que se necesita las integralidad de las funciones nerviosas del sistema hormonal.

  • El contacto físico desempeña un papel importante a nivel sexual, si se tiene en cuenta que los nervios sensitivos, procedentes de las zonas erógenas estimuladas, trasmiten las sensaciones a través de dos direcciones: una que va a la medula espinal y otra que llega al encéfalo, mas específicamente al cerebro, donde se desencadena una respuesta al estimulo sexual.


1.2 DIMENSIÓN PSICOSOCIAL DE LA SEXUALIDAD


Esta dimensión integra factores Psicológicos como el pensamiento, las emociones y la personalidad, con elementos sociales como las personas en su complejo mundo de interrelaciones con el otro, el contexto, y sus normas socioculturales.


Es desde la dimensión psicosocial que el desarrollo de la personalidad adquiere su importancia, por cuanto cada persona, adolescente o adulta, se encuentra ante el desafío de lograr una identidad o un concepto de si mismo claro y coherente. Pues en su desarrollo se supone la adhesión a un conjunto de valores, creencias, metas educacionales y a una orientación sexual que determina los modelos de relación entre el varón y la mujer.


En la complejidad de la dimensión psicosocial de la sexualidad, a nivel social, intervienen tres (3) aspectos esenciales:

  • las opciones profesionales que se pueden alcanzar.
  • Las elecciones de papeles sexuales.
  • Afirmaciones de componentes sexuales cada vez más diferenciados de la identidad sexual.

DIMENSIÓN CONDUCTUAL DE LA SEXUALIDAD


Desde esta dimensión es posible conocer lo que cada ser humano es, así como las razones por las cuales actúa de una determinada forma y no de la otra. Los modos de ser y de obrar de los seres humanos, tanto sociales como sexuales, marcan la pauta para determinar su conducta. Eso explica la razón por lo cual cada persona ostenta un estilo propio en su conducta sexual, que lo hace diferente a los demás y garantiza una identidad sexual, que se hace constante a lo largo de su vida.

* Dentro de la dimensión conductual de la sexualidad humana, las EMOCIONES desempeñan un papel importante en la vida de la persona, dado que estas constituyen el sistema motivacional de la conducta humana.


  • Cada emoción desencadena conductas particulares en relación con el estimulo que la origina.


1.4 DIMENSIÓN CLÍNICA DE LA SEXUALIDAD


El término clínico, en nuestro contexto está relacionado al concepto de la SALUD.


Salud: entendida como aquel estado del organismo donde hay ausencia de enfermedad y que como proceso vital, no es un estado fijo que se alcance definitivamente y para siempre, sino que se va consolidando en la medida que guardan los cuidados requeridos para un crecimiento sano y equilibrado.


La sexualidad, es una dimensión humana, es una cualidad que requiere un estado saludable para desarrollarse normalmente en la persona. Sin embargo, la presencia de agentes patológicos como las enfermedades, las lesiones y las drogas, distorsionan e incluso pueden anular la respuesta sexual de la pareja. También repercuten de manera negativa en el normal desarrollo de la sexualidad emociones como el miedo, la ansiedad, la culpa, la turbación, la depresión y los conflictos convivenciales. Estas patologías constituyen la razón de ser de la perspectiva clínica de la sexualidad cuya finalidad es encontrar soluciones a todos estos trastornos que impiden el goce de una sexualidad sana y placentera.


Los problemas en las relaciones de parejas demandan un tratamiento clínico o un proceso de orientación sexual y psicológica para llegar a minimizar las dificultades sexuales presentes en la intimidad de la pareja.


1.5 DIMENSIÓN CULTURAL DE LA SEXUALIDAD


Cada pueblo tiene su propia cultura, que le identifica y le permite sobrevivir en el tiempo. Por tanto es lógico afirmar que cada uno de ellos conserva diferencias marcadas en la práctica de su sexualidad a través de la cual expresan su particular forma de ser, pensar y sentir.

“No existe un sistema de valores sexuales que tenga validez universal, ni un código moral que sea indiscutiblemente y justo y aplicable a todos los hombres - y mujeres –”

La dimensión cultural de la sexualidad comienza a gestarse desde la primera infancia y se va solidificando a lo largo de las diferentes etapas de la vida en la persona.



Una mirada seria a la sexualidad

HACIA UNA DEFINICIÓN DE SEXUALIDAD




El concepto de la sexualidad ha ido cambiando paulatinamente en los últimos años, debido a los avances en las investigaciones de las distintas ramas del saber que se ocupan de este tema, como la sexología, la psicología, la sociología, entre otras disciplinas científicas.


En este orden de ideas, se ha evolucionado desde las consideraciones religiosas y Sociales que asumían la sexualidad como una simple función reproductora, marginando de ella los aspectos comunicativos, afectivos, axiológicos y de placer, que la estructuran como una dimensión vinculante del ser humano; pasando por las que la concibieron solo como una expresión de la genitalidad de la persona, hasta llegar a la concepción moderna que ve a la sexualidad humana como un fenómeno pluridimensional que conjuga aspectos biológicos, psicosociales, clínicos, morales y culturales. Desde esta perspectiva se puede afirmar que la sexualidad es “el conjunto de fenómenos anatómicos, fisiológicos…, emocionales y de conducta relacionados con el sexo, que marcan de forma decisiva al ser humano en todas las fases de desarrollo. El concepto de sexualidad comprende tanto el impulso sexual, dirigido a la reproducción y al goce inmediato, como diferentes aspectos de sentimiento corporal (sentirse hombre o mujer) y de expectativas de rol social. En la vida cotidiana la sexualidad simple un papel muy destacado, ya que sus aspectos emocionales y sociales va mucho más allá de la simple procreación y de su condicionamiento social”1


La sexualidad es una realidad cambiante que no se da entera y de una vez, dada la totalidad de los elementos que están sometidos, a lo largo de toda su vida y a la ley de la continua evolución. Compromete entonces todas las dimensiones del ser humano y da por consecuencia que repercuta positivamente o negativamente en el desarrollo integral de la persona.


La sexualidad concebida como una realidad que abarca la totalidad de la persona, es iniciada por Freud y continuada por Jung. Esta visión, (sexualidad como realidad) es compartida en la actualidad por sexólogos, sociólogos de distintos países del mundo.



“El estudio de la sexualidad puede hacernos mas receptivos y concientes de nuestras relaciones interpersonales, contribuyendo así a incrementar el grado de intimidad y satisfacción sexual de nuestra vida… en pocas palabras, El estudio de la sexualidad, constituye una inmejorable preparación para la vida”2




1. CIRCULO DE LECTORES. Enciclopedia ilustrada siglo XXI. SantaFe de Bogotá: Printer Latinoamiricana, 2.000. p. 2.084

2. MASTAERS H, William et al. La sexualidad humana. Vol. 1 Barcelona: Grijalbo, 1.995. p.2.

3. MODULO SEXUALIDAD Y VALORES, CECAR. División de educación abierta y a distancia. 2.008


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